Es habitual que un bulto en la encía nos sobresalte. No hay que ser dentista para saber que se trata de una anomalía que no indica nada bueno, ya que lo mínimo que puede encontrarse detrás es una infección que necesita ser tratada.
Hoy vamos a contarte cómo prevenir la aparición de un bulto en la encía, cómo debes reaccionar ante su presencia, sus principales causas y cómo quitarlo. Eso sí, ya te adelantamos que si tienes un bulto en la encía y estabas pensando en restarle importancia… ¡no es la decisión más apropiada para tu salud!
Índice de contenidos
Qué son los bultos en la encía
No suelen avisar, tienden a ser dolorosos y son bastante incómodos de ver, pero además de todo esto… ¿qué es un bulto en la encía y qué significa la aparición de uno?
Para empezar, como ya supondrás, no se trata de un signo precisamente positivo. Por lo general señala la aparición de una infección en la boca, por lo que la mayoría de ellos suelen estar formados por pus, lo que genera una sensación de todo menos agradable. Lo más habitual es que se deban a deficiencias y/o desconocimiento a la hora de mantener una correcta higiene bucodental, algo que hay que corregir, pero también pueden ser un signo inequívoco de problemas más serios, por lo que lo mejor es acudir a un centro odontológico de confianza en cuanto se detecte un bulto en la encía.
Tipos de bultos en la encía
No es lo mismo enfrentarse a un bulto blanco en la encía tremendamente doloroso que a un bulto en la encía que no duele, por lo que aunque las causas de su aparición pueden ser muchas y muy variadas (las veremos en el próximo apartado), podemos hacer una clasificación muy sencilla de tipos de bultos en la encía en función de cómo afectan a quien los sufre:
- Bulto en la encía sin dolor, que molesta a nivel físico por su simple presencia, pero no implica el típico dolor agudo que imposibilita, por ejemplo, comer o beber.
- Bulto en la encía con dolor, cuyo simple contacto con la lengua o los tejidos interiores de la boca se convierten en un auténtico suplicio.
De cómo afecte un bulto en la encía a cada paciente dependerá el cómo afrontar su tratamiento, aunque no siempre los bultos en la encía más dolorosos son los más graves a nivel salud.
Principales causas de los bultos en la encía
Las causas de la aparición de los bultos en la encía pueden ser muy distintas en cada caso, por lo que la forma de enfrentarse a ellos también debe serlo. Hay ocasiones en las que bastará con aplicar remedios caseros contra un bulto en la encía, pero antes es necesario que sea analizado por un especialista.
Para que te hagas una idea de este último paso, aquí te dejamos los principales tipos de bultos en la encía que existen, ¡poca broma!
Muela del juicio
Sin duda, una de las apariciones de bultos en la encía más comunes en la edad adulta y unos de los más dolorosos. Cuando los cordales empujan para salir es normal que aparezca algún que otro bulto en la encía, y cuando estos no tienen sitio para colocarse, pueden provocar inflamación e infección, que además suelen derivar en la aparición de altas fiebres.
Por fortuna, este tipo de bulto en la encía, y todo el dolor que conlleva, se termina en cuanto el odontólogo extrae la muela del juicio que está dando problemas. El alivio no es inmediato, pues se trata de una intervención de cierto calado, pero pasados unos días no será más que un mal recuerdo.
Fibroma
Un fibroma es un tipo de bulto en la encía que, si bien no es grave, sí que requiere de una intervención quirúrgica para poder eliminarlo. Se origina a raíz de una irritación constante en una zona determinada de la boca, como la que puede darse al usar ortodoncia o fundas dentales nocturnas, aunque por suerte no suele derivar en nada más grave.
Endodoncia
A pesar de que la endodoncia es uno de los tratamientos dentales más fiables de la actualidad, en ocasiones puede producir bultos en la encía debido a una infección. En este caso es necesaria la prescripción de un antibiótico y, una vez eliminada dicha infección, volver a endodonciar el diente que ha provocado este bulto en la encía.
Fístula
Este tipo de bulto en la encía tiene origen infeccioso y generalmente se inicia con una acumulación de pus. Esto hace que sea necesario tomar antibióticos, y es el problema que podemos encontrar debido a una endodoncia mal practicada, una caries dental, erupción de una muela del juicio o piorrea.
Bulto en la encía por un cáncer
Aunque la aparición de un bulto en la encía y un cáncer oral no tienen por qué estar relacionada, sí que puede tratarse de un signo de detección temprana de este tipo de mal. El grado de supervivencia de una persona con cáncer oral detectado en un estadio temprano es muy elevado, por lo que conviene acudir a una consulta odontológica a la mayor brevedad.
Periodontitis
La piorrea es un problema que surge a raíz de una higiene bucodental deficiente. Las bacterias de la comida que no se eliminan con el cepillado provocan una infección que puede provocar un bulto en la encía, pero también úlceras que pueden llegar a resultar muy dolorosas.
Caries dental
Una caries dental, sobre todo si se permite que llegue a convertirse en una caries profunda, puede llegar hasta la pulpa dental y provocar serios problemas de salud, entre ellos la aparición de un bulto en la encía. De ahí la importancia de que un dentista aplique un empaste sobre la caries lo antes posible, así como de adquirir una rutina efectiva de higiene bucodental para prevenir este tipo de daño que puede resultar fatal para las piezas dentales.
¿Cómo quitar bulto en la encía?
Si sufres de este tipo de problema y lo único que quieres saber ahora mismo sobre un bulto en la encía es cómo quitarlo, debes saber que la única forma de hacerlo es aplicando el tratamiento odontológico correcto en cada caso. Algunos remedios caseros podrían aliviar el dolor provocado por un bulto en la encía, pero el problema persistirá y seguirá agravándose hasta convertirse en algo aún más serio.
La única forma de eliminar un bulto en la encía de forma fiable es poniéndote en manos expertas. Además, ya te hemos dicho que un bulto en la encía que no duele puede ser peor aún que uno que sí lo hace, ¡y que además puede ser el signo que nos esté avisando de un problema de salud mucho mayor de lo que piensas!
