La investigación y la tecnología han permitido desarrollar nuevas técnicas de regeneración de tejidos como el plasma rico en factores de crecimiento, muy útil en odontología.
Esta técnica biomédica tiene muchas aplicaciones en odontología como implantología oral, injertos óseos, extracciones dentales o tratamientos periodontales.
La aplicación del plasma rico en factores de crecimiento tiene muchas ventajas para el paciente porque no tiene riesgos, es apto para todos y sus efectos son muy beneficiosos para la recuperación de ciertas intervenciones odontológicas.
Este sistema consiste en la extracción de una muestra de sangre del paciente para su procesamiento mediante centrifugado y la obtención de plasma que después se aplica en la zona dañada para acelerar su recuperación.
Los factores de crecimiento son proteínas que se encuentran en el plasma sanguíneo encargado de la regeneración y reparación de los tejidos cuando éstos sufren algún tipo de daño.
Estas proteínas están relacionadas con la diferenciación celular, la formación de vasos sanguíneos y la migración de las células hacia los lugares en los que se hace necesario activar este mecanismo de reparación.
El plasma rico en factores de crecimiento se conoce por sus siglas en inglés, PRGF, y es una tecnología biomédica que permite estimular la regeneración de los tejidos.
Las opiniones sobre el plasma rico en factores de crecimiento son muy positivas porque tiene muchas ventajas para el paciente:
El plasma se obtiene de la propia sangre del paciente, lo que significa que no genera reacciones adversas en su aplicación.
Este sistema potencia los propios procesos del tejido dañado sobre el que actúa.
Tras una cirugía, mejora la vascularización, estimulando la creación de nuevos vasos sanguíneos, y disminuye la inflamación de los tejidos.
Esto es posible gracias a que ayuda a la regeneración tisular, lo que mejora la fase postoperatoria.
Todo lo anterior permite una curación más rápida después de una intervención odontológica. Además, acelera la osteointegración de los implantes dentales y permite regenerar la masa ósea de los maxilares.
El plasma rico en factores de crecimiento es una tecnología de última generación dentro de la medicina regenerativa que permite mejorar el proceso de recuperación tras una intervención odontológica. ¿En qué casos se aplica?
Lo que se busca es favorecer el proceso de recuperación después de alguno de estos tratamientos.
Los factores de crecimiento o factores tróficos se encuentran en el plasma y en las plaquetas de nuestro sistema sanguíneo.
Para poder obtener estas sustancias y usarlas en odontología, en medicina estética y en otras muchas aplicaciones, se ha de extraer una muestra de sangre del paciente, a la que se le añade anticoagulante y cloruro cálcico para activar los factores de crecimiento.
Esa muestra de sangre será procesada mediante un centrifugado especial para separar:
Así quedan aisladas las proteínas que se encargan de reparar y regenerar los tejidos dañados. Éstas se concentran y se administran en la zona lesionada.
Deportistas profesionales hacen uso de esta técnica para recuperarse de lesiones complicadas.
El plasma rico en factores de crecimiento es una técnica autóloga. Una vez que se separa el plasma de los glóbulos rojos y blancos, se procede a la aplicación de una concentración de plasma de la sangre del propio paciente en la zona dañada para que ésta cicatrice mejor y más rápido.
Es un tratamiento rápido, seguro, poco invasivo y biocompatible, ya que el plasma procede del propio paciente. Y el proceso no produce molestias ni requiere anestesia.
¿El plasma rico en factores de crecimiento tiene contraindicaciones? Cualquier paciente con buena salud bucodental puede someterse a esta técnica, a cualquier edad, porque no conlleva ningún tipo de riesgo. Es más, es recomendado en pacientes diabéticos y fumadores para que sus heridas cicatricen mejor y evitar infecciones.
En las primeras 2 o 3 semanas de su aplicación, el plasma rico en factores de crecimiento hace que el paciente note menos dolor. La regeneración de los tejidos tarda un poco más pero mejora la calidad de recuperación a largo plazo.
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