Las carillas dentales son una de las soluciones estéticas dentales más innovadoras, ya que permiten mejorar de forma notable la sonrisa de los pacientes.
Existen dos tipos de carillas dentales: de composite o de porcelana. Los resultados son diferentes y también su durabilidad, aunque eso se refleja en su coste.
Un tratamiento de carillas dentales, con el mantenimiento adecuado, puede ser muy duradero. Si se duda entre blanqueamiento y carillas dentales, la segunda es una solución más a largo plazo y con resultados muy naturales.
Las carillas dentales sirven para solucionar problemas estéticos en los dientes, como pueden ser torceduras, separación, roturas o manchas. Ofrecen unos resultados duraderos por la gran resistencia de los materiales con los que se fabrican.
Las carillas dentales son un tratamiento odontológico que permite mejorar el aspecto de los dientes. Consiste en la colocación de unas finas láminas de porcelana o composite que se adhieren a la cara visible del diente, imitando su forma y color, para mejorar la apariencia de la sonrisa del paciente.
Un tratamiento de carillas dentales sólo es reversible si se trata de unas carillas de composite. Las carillas de porcelana son un tratamiento prácticamente irreversible porque son mucho más difíciles de retirar en caso de necesidad.
Para mantener las carillas dentales en perfectas condiciones hay que llevar una buena higiene bucodental, evitando comer alimentos duros o pegajosos para no dañarlas.
Tras la colocación de las carillas dentales, puede sentirse alguna molestia alrededor de la encía y también sensibilidad pero esto remite en dos o tres días y no debe notarse más dolor posteriormente.
No todas las personas son aptas para un tratamiento de carillas dentales. Para ello, es necesario tener una buena salud bucodental, unos dientes y encías saludables. Y tener suficiente esmalte dental porque, en caso contrario, las carillas no tendrán una buena retención.
Las carillas dentales de composite suelen durar entre 7 y 10 años. Las de porcelana tienen una vida de entre 10 y 15 años. Aunque, en función de lo avanzado de este último tratamiento, pueden llegar a durar hasta 30 años.
Es posible colocar las carillas dentales sin tallado pero, generalmente, antes de colocar las carillas dentales hay que pulir un poco las piezas dentales para poder crear un buen encaje de las carillas.
Las carillas dentales de porcelana son mejores que las de composite porque ofrecen un resultado más natural y más duradero, aunque también son más costosas.
Las carillas dentales de composite sí se manchan. Pero las carillas de porcelana no sufren este deterioro.
Es posible diferenciar dos tipos de carillas dentales principalmente:
Las carillas dentales de porcelana o cerámica están fabricadas con este material, lo que significa que son resistentes a las manchas y ofrecen un resultado muy natural. Se utilizan para corregir el desgaste dental o mejorar piezas dentales rotas o astilladas. Pueden ser, a su vez, de dos tipos: ultrafinas o de zirconio. Y se trata de un tratamiento prácticamente irreversible, lo cual resulta más invasivo.
Las carillas dentales de composite están fabricadas con resina. Su principal ventaja es que son reversibles, lo que significa que pueden retirarse y reemplazarse. Aunque no ofrecen la misma similitud en el esmalte que las carillas de porcelana, pueden mancharse y pueden deteriorarse. En definitiva, son menos duraderas y con un resultado menos natural, pero también el precio de las carillas dentales de composite es más económico.
Por las características que hemos visto, las mejores carillas dentales son las de porcelana o cerámica porque ofrecen unos resultados más naturales y es un material mucho más resistente. Son las más recomendadas. De hecho, las carillas de composite se aconsejan para correcciones dentales muy sencillas o cuando el paciente es todavía muy joven.
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Dependiendo del tipo de carillas dentales, el antes y después puede variar. Con las carillas de porcelana se obtienen resultados naturales y permanentes, mientras que las carillas de composite son una solución temporal. En general, las opiniones sobre carillas dentales son muy satisfactorias.
Un tratamiento de carillas dentales sólo es reversible si se trata de unas carillas de composite. Las carillas de porcelana son un tratamiento prácticamente irreversible porque son mucho más difíciles de retirar en caso de necesidad.
Para mantener las carillas dentales en perfectas condiciones hay que llevar una buena higiene bucodental, evitando comer alimentos duros o pegajosos para no dañarlas.
Tras la colocación de las carillas dentales, puede sentirse alguna molestia alrededor de la encía y también sensibilidad pero esto remite en dos o tres días y no debe notarse más dolor posteriormente.
No todas las personas son aptas para un tratamiento de carillas dentales. Para ello, es necesario tener una buena salud bucodental, unos dientes y encías saludables. Y tener suficiente esmalte dental porque, en caso contrario, las carillas no tendrán una buena retención.
Las carillas dentales de composite suelen durar entre 7 y 10 años. Las de porcelana tienen una vida de entre 10 y 15 años. Aunque, en función de lo avanzado de este último tratamiento, pueden llegar a durar hasta 30 años.
Es posible colocar las carillas dentales sin tallado pero, generalmente, antes de colocar las carillas dentales hay que pulir un poco las piezas dentales para poder crear un buen encaje de las carillas.
Las carillas dentales de porcelana son mejores que las de composite porque ofrecen un resultado más natural y más duradero, aunque también son más costosas.
Las carillas dentales de composite sí se manchan. Pero las carillas de porcelana no sufren este deterioro.
En Clínica Dental Miriam Cantero ofrecemos todo tipo de tratamientos personalizados, estos son los más destacados en nuestra consulta y por los que los clientes terminan recomendándonos. Si necesitas más información accede a cada uno de ellos.
una rama muy importante dentro de la odontología porque unifica objetivos de mejora física con salud bucodental.
El objetivo de la odontología general es evitar problemas de salud bucodental futuros, adelantándose para que no sean más complejos con el paso del tiempo.
Una solución estética y funcional para sustituir piezas dentales perdidas de forma segura y duradera en el tiempo.
uno de los tratamientos dentales más conocidos y sirve para alinear los dientes, mejorando la mordida, la masticación y la estética del paciente.
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